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¿El fin de la estabilidad política en Uruguay?

La confirmación de que el próximo presidente de Uruguay surgirá de una segunda vuelta electoral el 24 de noviembre abre en el país el juego a la búsqueda de acuerdos y pone al partido oficialista (Frente Amplio) ante un panorama complejo, por el desgaste inevitable de 14 años de gestión y porque el Partido Nacional ya gesto alianzas con los otros partidos políticos existentes.

La Constitución de Uruguay precisa, en su artículo 151, que alguna de las fórmulas presidenciales deberá contar con el 50% más uno de los votos para ganar en primera vuelta, caso contrario, se recurrirá a una segunda elección entre los dos candidatos más votados.

Con la totalidad de los votos escrutados por la Corte Electoral, Daniel Martínez, del Frente Amplio (FA), obtuvo el 39,2% de los votos, mientras Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional (PN) sumó un 28,6% generándose así la situación de un ballotage en el país vecino.

Martínez, tras la victoria parcial, escribió en Twitter: “Uruguay tiene que seguir creciendo, distribuyendo la riqueza y siendo una tierra de justicia”. Como candidato oficialista, el ingeniero socialista de 62 años basó su campaña en la necesidad de un cuarto gobierno de izquierda consecutivo para “no perder lo bueno” y, a su vez, “hacerlo mejor”. De resultar electo en noviembre, no solo tendría que negociar dentro de su partido -una coalición de izquierda que abarca facciones diversas- sino también dentro de ambas Cámaras Legislativas, donde el FA tendrá que gobernar sin mayoría por primera vez en sus 15 años en el poder.

Tras conocerse los resultados, Martínez apeló al diálogo con otras fuerzas políticas y, para ello, aludió a figuras históricas referentes de los tres grandes partidos: Líber Seregni (fundador del FA), Wilson Ferreira Aldunate (PN) y José Batlle y Ordóñez del Partido Colorado (PC). Sin embargo, podría decirse que el dialogo que ha resultado más fructífero ha sido el de Lacalle Pou, quien ha logrado establecer una “Alianza Multicolor” con el PC, encabezado por Ernesto Talvi y el Candidato del Cabildo Abierto, Guido Manini Rios; el Partido de la Gente y el Partido Independiente.

En el documento que creó este nuevo frente se puede destacar varios puntos. Declarar formalmente el estado de emergencia nacional en seguridad pública, para iniciar el combate frontal al delito en todas sus modalidades es uno de ellos. En materia de educación, una de las propuestas es que los representantes de los docentes en el Consejo de Educación tengan voz, pero no voto. Otro de los aspectos que destaca en el documento es en materia de Derechos Humanos y Crímenes de Lesa Humanidad, donde Lacalle afirma: “tratar con compromiso la verdad sobre los desaparecidos, sirviéndose de todos los instrumentos jurídicos disponibles, aportando los recursos necesarios para cerrar esa herida en la sociedad.”

¿Qué significaría para el país oriental el hecho de que Martínez continúe en la presidencia del país? ¿cambiaría el panorama si Lacalle Pou resultara electo?

Sin duda, la posible continuidad de Martínez implicaría una estabilidad del sistema político y todo lo que eso conlleva en materia de políticas públicas que, si es preciso evaluarlas, han demostrado lograr su objetivo máximo que es la igualdad social y el desarrollo económico a largo plazo. Por otro lado, con el supuesto de la llegada de Lacalle Pou se anuncia el traspaso de un gobierno de la “nueva izquierda” a uno de “la nueva derecha”, contrario al caso actual argentino. Dado que el gabinete de Lacalle se encuadra dentro de la ideología liberal y mas precisamente dentro de la posición de centroderecha habría que hacer un seguimiento específico a las políticas de desarrollo social y cultural que pueda llegar a hacer.

Hablando en un nivel macrocósmico, la política uruguaya variaría a tientas si Lacalle Pou accediera al Ejecutivo, propio de su ideología y presiones externas que pueda sufrir, pero en un nivel microcósmico sería totalmente distinto al gobierno de izquierda de Martínez. Sin embargo, la ultima palabra es de los ciudadanos que concurrirán a las urnas este próximo 24 de noviembre.