A 47 años de que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconociera el 8 de marzo como un día de para conmemorar la lucha de las mujeres por la igualdad y la justicia en todo el mundo, muchas mujeres continúan luchando por sus derechos fundamentales bajo regímenes autoritarios. Son amenazadas, perseguidas y violentadas por alzar sus voces frente a la opresión y la injusticia.
Aunque no es novedad que en los regímenes de Ortega, Maduro y Díaz Canel, los derechos de los disidentes son vulnerados sistemáticamente, las mujeres opositoras se exponen a un doble riesgo que las somete por su sola condición de mujer.
A fines de 2023 el Observatorio Cubano de Derechos Humanos anunció durante este año las más afectadas por la represión del gobierno fueron las mujeres. El 45% de los actos restrictivos a disidentes fueron contra mujeres, pero si observamos detenidamente algunas de estas acciones en particular, el 66.9% de las detenciones arbitrarias fueron contra mujeres. Mientras que el 52.2% de las detenciones domiciliarias, también son contra mujeres, usualmente acompañadas de amenazas contra sus hijos, encrudeciendo aún la situación a la que se exponen.
Uno de los más recientes informes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos denuncia el abuso de poder en manos de agentes del estado dirigidos a mujeres detenidas tras las protestas del 11 de julio de 2021, mientras que el 52% de las agresiones contra defensores de derechos humanos son dirigidas a mujeres. En ambos casos, Estos reportes incluyen acoso, persecución y abusos sexuales.
En la Venezuela de Maduro la situación no es muy distinta, la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos, señaló que la violencia sexual y de género continúa utilizándose como una de las principales formas de tortura y humillación contra las mujeres que manifiestan su oposición al gobierno.
Desde abril de 2018, la crisis de derechos humanos que atraviesa Nicaragua ha estado marcada por una represión brutal que cuenta hoy con cientos de detenciones arbitrarias y casos de tortura documentados. En octubre de del año 2023, el Comité para la Eliminación de la Discriminación de la Mujer de la ONU, denunció acerca de las malas condiciones que sufren en cautiverio 350 prisioneras políticas, mujeres detenidas arbitrariamente y sometidas a condiciones inhumanas en prisión.
Por otra parte, diferentes actores y organizaciones internacionales advirtieron sobre el flagelo del exilio forzoso. En Nicaragua, una de las principales agresiones contra los disidentes tiene que ver con el despojo de nacionalidad y el exilio forzoso bajo la figura de “Traición a la patria”. En su informe, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos menciona en 2023 también se vieron forzadas al exilio mujeres que destacaron por su activismo social o por sus denuncias en las redes sociales, como Zuleidys Pérez, Amelia Calzadilla, Roxana García Lorenzo y Marisol Peña Cobas. El patrón es claro, resistencia o exilio.
Aunque estos datos son alarmantes, debemos reconocer las limitaciones al momento de recabar este tipo de información, lo que nos permite suponer que las cifras reales pueden ser aún más preocupantes. Posiblemente, sean muchas más las periodistas, activistas y defensoras de derechos humanos que continúan arriesgando sus vidas y las de sus familias todos los días en la lucha por la libertad y la justicia frente a regímenes opresivos. En el Día Internacional de la Mujer, es crucial que renovemos nuestro compromiso para exigir un cambio real y urgente.
Escrito por Brunella Marchionna
Estudiante Lic. Ciencias Políticas.