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Presentación
Uno de los grandes debates contemporáneos en el ámbito internacional está sin duda relacionado con la crisis de la democracia a nivel global, como así también con el surgimiento de alternativas “iliberales” a la democracia (Zakaria, 1997, Merkel, 1999; 2004). De esa manera, el hasta hace poco tiempo atrás inevitable avance de la democracia liberal a escala mundial se ve desafiado por nuevas (o no tanto) alternativas competitivas durante los comienzos del presente siglo veintiuno.
No estaríamos aquí en presencia de un desenlace producto del “Backsliding” o la “Regresión democrática” (Pérez Liñán, Schmidt y Vairo 2019), tampoco del clásico quiebre de las democracias -Breakdown- acontecido entre la primera y segunda oleada democrática resultado del golpe cívico-militar tradicional (Linz y Stepan, 1977), sino más bien de una etapa caracterizada por la lenta erosión de la democracia: mediante cambios amparados en procedimientos legales se socava la legalidad democrática en un proceso de creciente “autocratización” de la democracia (Lurhman & Lindberg, 2019). La muerte lenta de la democracia, a la que hacía referencia el recordado Guillermo O’Donnell, ya no representaría un fenómeno privativo de democracias tardías o delegativas (O’Donnell, 2011) sino también de democracias de larga frecuencia, duración y tradición (Levitsky & Ziblatt, 2018).
Teniendo en consideración este particular y desafiante contexto internacional para la democracia representativa, nos preguntábamos acerca del impacto del mismo sobre América Latina, para lo cual intentaré esbozar un somero panorama.
Será el propósito general del presente artículo indagar acerca del estado actual de la democracia en América Latina, con base en un breve estudio de 17 países de la región. En una primera parte, llevaremos a cabo una definición de conceptos claves como Régimen Político y Democracia, para proceder a una definición contextual y conceptual del término Democracia. Luego, procederemos a llevar a cabo una exposición de algunos resultados para finalizar el presente trabajo con algunas conclusiones de carácter preliminar.
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Aspectos teórico-metodológicos (muy) básicos.
Previo a la definición operativa y conceptual de la categoría democracia, haremos una breve definición de la noción de Régimen Político. Entendemos como Régimen Político aquel conjunto de reglas o procedimientos, formales o informales explícitos o implícitos, que estructuran y dan forma a la conducta política solo en la medida en que los actores obedecen o aceptan esas reglas -dimensión procedimental-, como así también al comportamiento de los actores consistente en la aceptación, estratégica o instrumental, de las reglas sin que medie en ninguna de las modalidades de aceptación manifestación alguna de rechazo normativo –dimensión conductual- (Munck, 1996).
El segundo cometido a llevar a cabo es aquel de establecer qué es lo que se entiende como democracia privilegiando en primer lugar, en palabras del recordado politólogo italiano Giovanni Sartori, definir el “qué es” al “cuánto mide” (Sartori, 1984).
Así, desde nuestra perspectiva, un régimen político puede ser considerado democrático si cumple con estos cuatro atributos básicos; (1) elecciones libres, transparentes y competitivas, (2) un aceitado funcionamiento de los mecanismos de rendición de cuentas horizontal -o accountability horizontal-, (3) un ejercicio del poder político liberado de cualquier tutela o veto de carácter institucional y (4) la posibilidad de contar con variedad de fuentes de información alternativas.
Pasando de la fase de definición a la etapa de la medición, podemos hacer una escala muy sencilla de 0 a 1, donde 0 es expresión de la ausencia del atributo y 1 nos indica que se encuentra presente la característica mencionada. El máximo puntaje posible es de 4, el mínimo es 0.
Sobre esta base, podemos definir cuatro categorías de regímenes políticos: 1) Democracia Plena-DP (4-3,5), 2) Democracia Imperfecta-DI (3,4-2,5), 3) Autocracia Competitiva-AC (2,4-1,5) y 4) Autocracia Plena-AP (1,4-0)1.
La muestra está representada por 17 países de la región -Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela-, limitándose en esta etapa inicial el planteo del estado de la democracia en la región al año 2018.
En el punto siguiente procederemos a la presentación de algunos resultados sobre la situación de la democracia en la región.
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Los resultados.
Hemos resumido el panorama en el siguiente cuadro de referencia, que presentamos a continuación, en el cual se puede observar el comportamiento de los diferentes países a través de las dimensiones indicadas. La información es presentada en un cuadro de doble entrada, en la dimensión vertical se encuentran mencionados los 17 países objeto de estudio, mientras que en la dimensión horizontal se encuentran detallados los indicadores y su resultado, incluyendo el promedio regional (Cuadro I).
Cuadro I
Clasificación de Regímenes Democráticos
en América Latina (2018).
ELC |
RCH |
PPSTI |
VFIA |
Resultado |
|
Uruguay |
1 |
1 |
1 |
1 |
4 (DP) |
Costa Rica |
1 |
1 |
1 |
1 |
4 (DP) |
Perú |
1 |
1 |
1 |
1 |
4 (DP) |
Argentina |
1 |
0,5 |
1 |
1 |
3,5 (DP) |
Chile |
1 |
1 |
0,5 |
1 |
3,5 (DP) |
Brasil |
1 |
1 |
0 |
1 |
3 (DI) |
Colombia |
1 |
1 |
0,5 |
0,5 |
3 (DI) |
El Salvador |
1 |
1 |
0,5 |
0,5 |
3 (DI) |
México |
1 |
0,5 |
0,5 |
1 |
3 (DI) |
Panamá |
1 |
0,5 |
1 |
0,5 |
3 (DI) |
Índice Promedio |
2,67 |
||||
Honduras |
0,5 |
0,5 |
0,5 |
1 |
2,5 (DI) |
Paraguay |
0,5 |
0,5 |
1 |
0,5 |
2,5 (DI) |
Bolivia |
0,5 |
0,5 |
0,5 |
0,5 |
2 (AC) |
Ecuador |
0,5 |
0,5 |
0,5 |
0,5 |
2 (AC) |
Nicaragua |
0,5 |
0,5 |
0 |
0,5 |
1,5 (AC) |
Venezuela |
0,5 |
0 |
0 |
0 |
0,5 (AP) |
Cuba |
0,5 |
0 |
0 |
0 |
0,5 (AP) |
Total |
45,50 |
ELC: Elecciones libres y competitivas, RCH: Rendición de cuentas horizontal, PPSTI: Poder político sin tutelas institucionales, VFIA: Variedad de fuentes de información. DP: Democracias plenas, DI: Democracias imperfectas, AC: Autocracias competitivas, AP: Autocracias plenas.
Fuente: Elaboración propia
Como resultado de la combinación de atributos, categorías y escalas de medición en 17 países de América Latina, este resultaría ser el primer panorama de la democracia en la región:
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Cinco países -Uruguay (4/4), Costa Rica (4/4), Perú (4/4), Chile (3,5/4) y Argentina (3,5/4)- pueden ser definidos como democracias plenas, siendo Argentina y Chile casos límite. En el caso de Chile, debido a que la eliminación de la última rémora del régimen autoritario, el sistema binominal, fue llevada a cabo en el año 2015 (Huneeus & Avendaño, 2018). Respecto del caso argentino, aparece en un escalón inferior por un contradictorio y complejo balance en el funcionamiento de sus mecanismos de rendición de cuentas horizontal (Leiras, 2018).
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Siete Países -Brasil, Colombia, El Salvador, México, Panamá con un puntaje de 3/4 y Honduras/Paraguay con 2,5/4- pueden ser definidos como democracias imperfectas, sea como resultado del ejercicio en democracia de la tutela institucional de las fuerzas armadas como en el caso de Brasil, la debilidad o ausencia de capacidad del estado de derecho para garantizar el gobierno de la ley como en los casos de Colombia, El Salvador o México, o la ausencia de elecciones libres, competitivas y transparentes como en los casos de Honduras y Paraguay. Estos últimos dos países representan casos de frontera entre una democracia imperfecta y la variante autocrática competitiva.
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Tres casos, Bolivia (2/4), Ecuador (2/4) y Nicaragua (1,5/4) pueden ser definidos como regímenes políticos autocráticos de carácter competitivo. En los tres casos se plantean serias limitaciones para el desarrollo de elecciones libres, competitivas y transparentes, más acentuado en el caso de Nicaragua, debilidad o ausencia de funcionamiento del mecanismo de rendición de cuentas horizontal y limitaciones para contar con variedad de fuentes de información en diferentes grados.
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Finalmente, dos casos, Venezuela (0,5/4) y Cuba (0,5/4) representan variantes plenas de un régimen autocrático, dada la ausencia de condiciones que nos permitan hablar de la presencia de alguno de los cuatro atributos definidos como básicos para una caracterización mínima de democracia; no obstante, la sustanciación en ambos países de procesos electorales regulares, los mismos no pueden ser caracterizados como libres, transparentes y competitivos2.
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El índice promedio de la región es de un valor de 2,67, resultado de computar el valor total 45, 50 dividido por el conjunto de 17 países, un promedio que ubica a la democracia en la región entre un modelo imperfecto de democracia y una variante competitiva de autocracia.
Merece ser destacado que siete países de la muestra seleccionada manifiestan dificultades para llevar a cabo un proceso de elecciones libres, transparentes y competitivas – Honduras, Paraguay, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Venezuela y Cuba-, once de ellos en relación con el funcionamiento de los mecanismos de rendición de cuentas horizontal -Argentina, México, Panamá, Honduras, Paraguay, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Venezuela y Cuba-, once casos en los que se evidencian diferentes grados de tutela o veto institucional al ejercicio del poder político -Brasil, Chile, Colombia, El Salvador, México, Honduras, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Venezuela y Cuba-, y nueve de ellos en los cuales la variedad de fuentes de información es limitada o directamente inexistente -Colombia, El Salvador, Panamá, Paraguay, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Venezuela y Cuba-.
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Conclusiones.
Ha sido el propósito general del presente artículo realizar una primera indagación acerca del estado actual de la democracia en América Latina, con base en un breve estudio de 17 países de la región. En una primera parte, llevamos a cabo una definición de conceptos claves como Régimen Político y Democracia, para proceder a una definición contextual y conceptual del término Democracia. Luego, procedimos a llevar a cabo una exposición de algunos resultados para finalizar el presente trabajo con algunas conclusiones de carácter preliminar.
La muestra ha estado representada por 17 países de la región -Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela-, limitándose en esta etapa inicial el planteo del estado de la democracia en la región al año 2018.
En base a la estrategia metodológica presentada, hemos arribado a las siguientes conclusiones:
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Cinco países -Uruguay, Costa Rica, Perú, Chile y Argentina- pueden ser definidos como democracias plenas, siendo Argentina y Chile casos límite.
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Siete Países -Brasil, Colombia, El Salvador, México, Panamá, Honduras y Paraguay pueden ser definidos como democracias imperfectas, En el caso particular de los últimos dos países, los mismos representan casos de frontera entre una democracia imperfecta y la variante autocrática competitiva.
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Tres casos -Bolivia, Ecuador y Nicaragua- pueden ser definidos como regímenes políticos autocráticos de carácter competitivo.
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Finalmente, dos casos, Venezuela y Cuba representan variantes plenas de un régimen autocrático.
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El índice promedio de la región es de un valor de 2,67, resultado de computar el valor total 45, 50 dividido por el conjunto de 17 países, un promedio que ubica a la democracia en la región entre un modelo imperfecto de democracia y una variante competitiva de autocracia.
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Diez de los diecisiete países indagados poseen un promedio por encima de la media regional -Uruguay, Costa Rica, Perú, Chile, Argentina, Brasil, Colombia, El Salvador, México y Panamá-, mientras que los siete restantes –Honduras, Paraguay, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Venezuela y Cuba- poseen un promedio por debajo de la media regional.
Nuevas democracias en América Latina ¿Qué democracias?, se preguntaba el politólogo brasileño Francisco Weffort en un artículo publicado hace ya más de dos décadas.
¿Qué respuesta tendría ese interrogante de Weffort hoy?
Ni más ni menos que las democracias “realmente existentes”, parafraseando a Norberto Bobbio, en nuestra región.
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Bibliografía.
-Huneeus Carlos y Avendaño Octavio (2018), “Los partidos políticos y su debilitamiento” en Huneeus Carlos y Avendaño Octavio, El sistema político de Chile, LOM ediciones: Santiago de Chile.
-Leiras Santiago (2018), “¿Democracia delegativa? La experiencia de Cambiemos en Argentina (2015-2017), Revista de Estudios Políticos y Estratégicos, 6 (1), 74-94.
-Levitsky Steve y Ziblatt Daniel (2018), Cómo mueren las democracias, Barcelona: Ariel.
-Linz Juan J. y Stepan Alfred (1978), The breakdown of democratic regimes, Baltimore: John Hopkins Universitu Press.
-Luhmann Anna y Lindberg Staffan (2019), “A third wave of autocratization is here: ¿what is new about it?”, Democratization, DOI: 10.1080/13510347.2019.1582029.
-Merkel Wolfang (1999), “Defective democracies”, Estudios/Working Papers,132, 1-.
-Merkel Wolfang (2004), “Embedded and defective democracies”, Democratization, 11 (5),33-58.
-Munck Gerardo (1996), «La desagregación del régimen político: Problemas conceptuales en el estudio de la democratización», Revista Agora, 5, 203-237.
-Nohlen Dieter (1995), Sistemas electorales y partidos políticos, México DF: Fondo de Cultura Económica.
– O´Donnell Guillermo (2011) “Nuevas reflexiones acerca de la democracia delegativa (DD)” en O´Donnell Guillermo, Iazzetta Osvaldo y Quiroga Hugo (Coords.), Democracia Delegativa, Buenos Aires: Editorial Prometeo Libros.
-Pérez Liñán Aníbal, Schmidt Nicolás y Vairo Daniela (2019), “Presidential hegemony and democratic backsliding in Latin America, 1925–2016”, Democratization, 26 (4), 606-625.
– Sartori Giovanni. (1984), La Política. Lógica y método en las Ciencias Sociales, México DF: Fondo de Cultura Económica.
-Schedler Andreas (2002), “Elections without democracy: the menú of manipulation”, Journal of democracy, 13 (2), 36-50.
-Querido Leandro (2018), Así se vota en Cuba, Buenos Aires: Fundación Cadal.
-Zakaria Fareed (1997), “The rise of the iliberal democracies”, Foreign Affairs, 76 (6), 22-43.
Santiago Leiras
Licenciado en Ciencia Política por la Universidad de Buenos Aires-Argentina (UBA), Diploma de Estudios Avanzados y Doctor en América Latina contemporánea por el Instituto Universitario de Investigación Ortega y Gasset de Madrid-España (IUOG). Es Profesor Asociado Regular de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y Profesor Asociado de la Universidad de Belgrano (UB). Ha sido autor del libro El Cono Sur y sus líderes en América Latina Carlos Menem y Fernando Collor de Mello en perspectiva comparada (2009), compilador de Estado de excepción y democracia en América Latina. Argentina, Brasil, Perú y Venezuela en perspectiva comparada (2010), Democracia y estado de excepción: Argentina 1983-2008 (2012), América del Sur en los comienzos del nuevo milenio: entre la continuidad y el cambio (2015) y autor de más de treinta trabajos sobre su especialidad.