No caben dudas que los acontecimientos vividos el #11J en Cuba causaron un fuerte impacto en la comunidad internacional, por lo cual como normalmente sucede ante los actos que van en contra de los derechos humanos las autoridades de varios países no solo de la región latinoamericana también de otras partes del mundo, rápidamente manifestaron su rechazo, condenando los abusos impartidos por las fuerzas de seguridad del Estado.
Estados Unidos a través del Departamento de Estado impulsó una “Declaración Conjunta sobre Cuba” en la que se rechazan las masivas detenciones, “Llamamos al gobierno cubano para que respete los derechos y libertades legalmente garantizados del pueblo cubano sin temor a ser arrestados y detenidos (…) Instamos al gobierno cubano a escuchar las voces y demandas del pueblo cubano”, menciona la declaración a la que adhirieron Austria, Brasil, Colombia, Croacia, Chipre, República Checa, Ecuador, Estonia, Guatemala, Grecia, Honduras, Israel, Letonia, Lituania, Kosovo, Montenegro, Macedonia, Polonia, Corea del Sur y Ucrania.
La República Argentina no adhirió a tal declaración, tampoco se manifestó por medios oficiales sobre los acontecimientos. Pero en twitter desde la cuenta oficial de prensa del Presidente Alberto Fernandez se compartió una entrevista que mantenía el mandatario con Radio10, y cuando fue consultado por la situación que estaba atravesando Cuba sostuvo “no sé lo que está pasando en Cuba pero terminemos los bloqueos” lo último en referencia al embargo comercial que mantiene Estados Unidos hacia Cuba, además de mostrar su “desconocimiento” agregó “esas cuestiones las tienen que resolver los pueblos”.
Es interesante, cómo desde la perspectiva del Poder Ejecutivo argentino, sólo la situación de determinados países entrarían dentro de un caso violación de los Derechos Humanos, uno de estos fue Colombia, para el cual Alberto Fernández no dudó en condenar fervientemente la violencia institucional y pidió al gobierno resguardar los Derechos Humanos. Mientras que en Cuba, desde la perspectiva de Fernández, los abusos de las fuerzas de Seguridad del Estado cubano no serían violencia institucional.
El silencio u omisión del presidente de todas formas no impide que funcionarios de Argentina como el Ministro de Defensa de la Nación, Jorge Taiana, y el vicepresidente de Parlasur y presidente del Observatorio de Democracia del mismo organismo, Oscar Laborde, participen de la Cumbre del Grupo Hermandad en Defensa del Gobierno Cubano celebrada el 16 de julio, solo unos días después de los acontecimientos del #11J. En dicha cumbre se reunieron antiguos Jefes de Estado como Dilma Rousseff, Evo Morales, Fernando Lugo, entre otros para expresar “su respaldo y aliento al pueblo y al gobierno cubano”.
Es preocupante la ambigüedad política del Presidente Fernández frente a situaciones que atentan contra los Derechos Humanos. Ya que de dicha ambigüedad la primera noción que se puede comprender es que las manifestaciones de rechazo o apoyo del presidente ante actos que vulneran los Derechos Humanos, dependen en primer lugar de la ideología política que tiene el Gobierno contra el cual se levanta el pueblo, debido a que no importa tanto la gravedad de los delitos cometidos por fuerzas del Estado, ni si los ciudadanos se hallan desprotegidos frente a la violencia de Estado, si el mandatario que lo hace es afín a una misma línea de pensamiento político estos delitos “pueden pasar desapercibidos”.
La segunda idea que se desprende es respecto a la primacía de los Derechos Humanos, la cual continúa siendo un tema pendiente para el Jefe de Estado, que no muestra incomodidad ni desagrado por la situación de Cuba, al contrario parece ser que la primacía la tiene la ideología política que lo lleva a caer en posiciones extremas, ya que prefiere no ver y desconocer.
Por último la tercera variable a analizar es sobre la solidaridad y unión sudamericana que solo se encuentran en los discursos políticos, debido a que no logran proyectarse a la realidad, en donde solo tienen lugar los intereses del partido político o de quienes estén a cargo del Gobierno.
Son importantes las expresiones políticas, no solo de Alberto Fernandez sino también del resto de mandatarios de la Argentina y de la región ante las irregularidades, y amedrentamientos que sufren los ciudadanos de otros Estados americanos, ya que si no se hacen llamados de atención o se toman medidas coercitivas ante tales faltas, colaboran a cristalizar regímenes de corrupción e ilegalidad.