Paraguay es un Estado Unitario, constituido por 17 departamentos y un distrito capital, que cuenta con la agricultura y la ganadería como sus principales recursos económicos y ejes de línea prioritaria a atender y analizar desde el gobierno, según el Informe “Perfil Económico y Comercial de la República de Paraguay” emitido en mayo del 2018.
Es en Asunción donde fue fundada en 1887 la Asociación Nacional Republicana, o comúnmente conocida como Partido Colorado. Partido que tiene larga trayectoria gobernando la República del Paraguay y, a la fecha, lleva 22 presidentes impulsados desde el mismo. Los colorados tienen como principio el lema “Paz y Respeto a las Instituciones” y fueron los encargados de la administración de los recursos del país y su organización por más de 60 años.
Podemos categorizar al Partido Colorado como partido hegemónico, refiriéndonos así a él por poseer una fuerte influencia en la determinación de políticas públicas del país, ser el ganador de múltiples elecciones celebradas y tener prácticamente monopolizado el poder al lograr obtener la mayoría de puestos de elección popular en sus parlamentos, gobiernos y municipios.
Para conocer un poco del camino recorrido por el Partido Colorado es interesante tomar como primer hito el año 1947, en el que se consolidó su hegemonía como resultado de una guerra civil que dejó al mando del gobierno a Alfredo Stroessner. El régimen, fue parte de la época de dictaduras militares que golpearon a Latinoamérica, acompañado de Augusto Pinochet en Chile, Jorge Videla en Argentina, Hugo Banzer en Bolivia y Castelo Branco en Brasil. A Stroessner se le acusa de haber acogido prácticas propias del terrorismo de Estado como lo conocemos, desde torturas, esclavitud, privación de la libertad, censuras de opinión, entre otras.
El Partido Colorado se mantuvo siendo el único canal de transmisión entre las necesidades del pueblo y el gobierno hasta 1962, fecha en la que Stroessner decide abandonar el unipartidismo y se presenta a elecciones contra el Movimiento Renovación. Luego del golpe de estado en 1989, organizado por un grupo de tradicionalistas pertenecientes al propio Partido Colorado, Paraguay entró en una era de nueva política. Sin embargo, el nuevo sistema democrático de los años 90’ trajo consigo disputas políticas al interior de la organización y consenso del Partido Colorado que derivaron en crisis económicas y en manifestaciones violentas conocidas como el ‘’marzo paraguayo’’.
Las elecciones del año 2008 rompen con la continuidad de gobierno del Partido Colorado, cuando la coalición de centroizquierda Alianza Patriótica para el Cambio, de la mano de Fernando Lugo, gana las elecciones con promesas de una reforma agraria y una mayor acción por parte de la Justicia en el pueblo paraguayo. Pero no logra terminar su mandato al ser destituido tras un juicio político por el Congreso, lo que conllevo a que Paraguay fuese suspendido de UNASUR y MERCOSUR, a criterio de que los países miembros de la región consideraban no haber respetado el derecho a la defensa ni el debido proceso. El llamado a elecciones en 2013 culminó con un nuevo triunfo del Partido Colorado para recuperar el poder y control de las decisiones del Estado y la reincorporación de la República Paraguaya a los distintos bloques regionales.
Los comicios celebrados en 2018 dejan a los colorados en el poder junto a Mario Abdo Benítez, quien gobernará el país hasta el año 2023. Durante la campaña, Benítez prometió proteger las costumbres, las familias tradicionales y trabajar con fe en la nación en el destino compartido que pueda construir con todos los paraguayos. Es acusado por la oposición de extrema derecha, conservador, anti-derechos, y de tener posturas contrarias al trabajo del pueblo agrícola en el pasado, llegando a criminalizar a los campesinos trabajadores, siendo esta una temática de suma sensibilidad e importancia para los ciudadanos.
Un dato importante a tener en cuenta es la diferencia en las últimas elecciones de casi 4% entre el Partido Liberal Radical Auténtico y el Partido Colorado. La Asociación esperaba el triunfo con una mayor distancia de votos entre ambos candidatos, lo que podría llevar al quiebre de la hegemonía si en estos próximos 5 años no se logra una gobernabilidad y legitimidad del actual gobierno y sus políticas.
La cantidad de personas afiliadas en el Partido Colorado equivalen a casi la mitad del padrón electoral paraguayo, esto puede deberse a que la hegemonía del partido ha ido construyendo la identidad social y cultural del pueblo durante todos estos años, por lo que ha logrado un gran nivel de aceptación. No obstante, hablar de alternancia entre partidos políticos es clave para construir una democracia sólida, es necesaria la variación de actores políticos para garantizar los valores republicanos, obtener una mayor representación de los intereses de la población, incorporar tolerancia en el dialogo y debate sobre el futuro nacional.
Podemos concluir que el Partido Colorado ha sabido jugar sus mejores cartas y mantenerse en el poder. Hasta entonces, es claro que, el hegemón ha manifestado un increíble impulso para ponerse de pie ante las adversidades que hicieron que se consolide y hoy siga teniendo en claro su objetivo como partido político: ganar las elecciones y gobernar según sus principios el futuro del corazón latinoamericano, La República del Paraguay. En caso de no conseguir mayor aceptación o mantenerla, el Partido Colorado puede pasar de ser un partido hegemónico a un partido dominante, es decir, que necesite asociarse con otras fuerzas y actores políticos y esté dispuesto a ceder cuantía de poder al momento de la distribución de las bancas en los cargos públicos.