En febrero del 2021, los Ecuatorianos tendremos que acudir nuevamente a las urnas para enfrentaremos a un difícil panorama electoral: en esta ocasión, se elegirán cinco dignidades de elección popular.
Ecuador no vive su mejor momento políticamente; existe un bajo grado de confianza y aceptación de tres Poderes del Estado, Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Los índices no superan el 15%. Esto ya nos da un panorama de la difícil situación que tendrán que enfrentar los Partidos y Movimientos Políticos como conjunto, así como los candidatos que aspiran a un cargo de elección popular.
Con un alto índice de desinterés político de un país golpeado por la corrupción, una economía en crisis y una pandemia mundial, no se puede hablar de un Partido dominante, ni se puede tener claro un posible ganador al sillón presidencial, mucho menos de quienes aspiran a una curul en la Asamblea Nacional.
Tenemos un panorama fragmentado, en donde las alianzas se han hecho presentes, tal como aquella realizada por el Partido Social Cristiano y el Movimiento CREO. Con casi 18 candidaturas de binomios presidenciales, número que supera los binomios candidatizados en años pasados, para un país con 17 millones de habitantes, la cifra de candidatos es impresionante, llegando a ser casi un candidato por cada 1millon de habitantes. Con este antecedente, nos podemos imaginar que la lista de candidatos a otras dignidades es considerablemente grande.
Con figuras de gran trayectoria que aspiran ganar, nos encontramos ante un Código de la Democracia que impulsa la participación de los jóvenes. Claro, esto no es casualidad, dado que contamos con un padrón electoral en el cual mas del 25% consiste en jóvenes entre 18 a 35 años. El país y, por ende, las Organizaciones Políticas tienen que apostar a rostros nuevos y jóvenes. Es evidente que la mayoría han realizado militancia y se constituyen en bases dentro de sus Organizaciones y que han tenido cierta preparación académica y política, rompiendo los estereotipos y dejando claro que la juventud no es sinónimo de inexperiencia o falta de conocimiento. También tienen una deuda con el Ecuador. Recuperar la dignidad de la política y limpiar la imagen del político corrupto que pretende servirse y no servir, es una obligación que todos los candidatos tienen y deben cumplir respecto a sus votantes.
Con un panorama incierto, y con los factores de influencia en países vecinos, debemos tener presente que el Ecuador puede seguir la corriente de la denominada “marea rosa”, la misma que hace referencia al progresismo latinoamericano; con lo que la izquierda ecuatoriana esta dividida entre sus dos candidatos considerados fuertes, Andrés Arauz y Yaku Pérez, los cuales se han inclinado por propuestas de tinte socialista; mientras tanto el candidato de la derecha, Guillermo Lasso, tendrá que realizar una campaña diferente, una que pueda llegar a los sectores más vulnerables.
Es momento en que absolutamente todos los candidatos presenten propuestas reales y que sean en beneficio del país; la corrupción y la crisis económica deberán ser ejes principales para obtener el voto de la población. En menos de un mes los ecuatorianos volveremos a las urnas y es nuestro deber escoger con absoluta responsabilidad y a través de un voto informado a quienes nos representarán por los siguientes cuatro años.
[author] [author_image timthumb=’on’][/author_image] [author_info]Ab. Michelle Ribadeneira López
Ambateña de 25 años, abogada por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, abogada junior de la Firma Puente & Asociados Estudio Jurídico, Legal Consultan de TEDx La Floresta, vicepresidenta de juventudes La 6 Pichincha, cruzando la especialización de Abogacía del Estado en el Instituto de Altos Estudios Nacionales, Candidata a Asambleísta Nacional por el Partido Social Cristiano[/author_info] [/author]