Vaivenes de un proceso electoral en medio de la crisis por la pandemia y las tensiones surgidas a raíz de la suspensión de la boleta electrónica: crisis de confianza y credibilidad.
Una de las novedades para las elecciones del año 2020 fue la aprobación de la Ley número 33-18, de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos, y la Ley Orgánica de Régimen Electoral número 15-19. Ambas iniciativas legislativas consagraron y fortalecieron temas de transparencia, como rendición de cuentas en las campañas, organización por parte de la Junta Central Electoral en los procesos internos de los partidos para elegir sus autoridades y candidatos, reservas de candidaturas, cuota de género, reconocimiento de partidos, agrupaciones y movimientos políticos, y extinción de la personería jurídica, así como regímenes de sanciones y las facultades de una Procuraduría General especializada en delitos electores.
La modalidad de escogencia de los candidatos de los partidos políticos fue un tema de gran controversia. Una facción alegaba que debía ser mediante primarias cerradas, que solo podían votar los militantes; y otra reclamaba primarias abiertas, en las que se utilizara el padrón del órgano electoral, es decir, todo ciudadano dominicano podría votar. Este debate fue liderado por el Partido de la Liberación Dominicana, en donde el ex Presidente Leonel Fernández estaba de acuerdo con las primarias cerradas, mientras que la corriente del Presidente Danilo Medina estaba a favor de que fueran primarias abiertas.
Luego de una serie de discusiones y consensos, fue acordado que el organismo competente de cada partido, agrupación y movimiento político, de conformidad con la Ley de Partidos, tendría la facultad para decidir la modalidad y método a utilizar; y que la Junta Central Electoral tendría la responsabilidad de organizar esa forma de escogencia. Las primarias serán simultáneas siempre que los partidos seleccionen esta modalidad. La mayoría de los partidos con sus representantes legislativos apoyaron ambas leyes; sin embargo, los legisladores del partido del ex Presidente Leonel Fernández se opusieron a estas.
Tomando en cuenta la antesala del año 2018, y los inicios del año 2019 se vislumbraba que el proceso electoral del año 2020 sería confuso, comenzando por la incertidumbre de la reelección del Presidente Danilo Medina. Si bien en el año 2015 se modificó la Constitución, permitiéndole la reelección, a la vez se introdujo un transitorio que le prohibía expresamente aspirar nuevamente a la presidencia de la República Dominicana. Abogados oficialistas formularon la tesis de que el transitorio era discriminatorio, y trataron de que se habilitara al Presidente Danilo Medina por sentencia del Tribunal Constitucional. Al final, la corriente del Presidente Danilo Medina no utilizó esa vía de habilitación. Prefirieron recurrir a una modificación de la Constitución. Sin embargo, en esta ocasión recibió una oposición firme del interior de su partido, en presencia del ex Presidente Leonel Fernández que contaba con el respaldo de los legisladores que se habían mantenido leales a su línea. A continuación, se realizaron constantes manifestaciones por parte de la corriente leonelista frente al Congreso Nacional, además de que se vertieron opiniones en contra a una posible modificación por parte de los distintos sectores de la sociedad dominicana. Del mismo modo, el principal partido de oposición, el Partido Revolucionario Moderno, realizó una caminata hasta la Asamblea Legislativa en contra de una reforma constitucional, y aseguró que sus legisladores no votarían a favor de esa iniciativa.
Pese a estas oposiciones, la corriente del Presidente Danilo Medina iba a someter a discusión la modificación de la Constitución el miércoles 10 de julio. Estaba todo preparado: sería por el Senado de la República, en donde tenían una mayoría significativa; y luego, por la Cámara de Diputados. Pero de manera sorpresiva no fue presentada la moción en la Sesión de la Cámara Alta, y el Presidente del Senado se ausentó, habiendo estado presente al principio. No se entendió lo sucedido hasta que al día siguiente la vocera oficial del Departamento de Estado de los Estados Unidos, emitió un comunicado por twitter para señalar que el Secretario de Estado, Mike Pompeo, había hablado al Presidente Danilo Medina acerca de la importancia de que todos los actores políticos en la República Dominicana preservaran las instituciones democráticas y respetaran el Estado de derecho y la Constitución, particularmente en el período previo a las elecciones de 2020 en el país. Es por esta razón que el Presidente Danilo Medina dirigió un discurso a los dominicanos para expresar que no recurriría a la modificación de la Constitución, y manifestó que el Partido de la Liberación Dominicana estaría eligiendo una “Sangre Nueva” para las elecciones presidenciales.
Como sostuvimos anteriormente, la Ley de Partidos Políticos establece las distintas modalidades para la elección de los candidatos. El Partido de la Liberación Dominicana determinó que sería mediante primarias abiertas. Entre los principales precandidatos se encontraba el ex Presidente Leonel Fernández, Andrés Navarro, ex Ministro de Educación, Francisco Domínguez Brito, ex Ministro de Medio Ambiente, Reinaldo Pared Pérez, Presidente del Senado, Carlos Amarante Baret, ex Ministro de Interior y Policía, y Gonzalo Castillo, ex Ministro de Obras Públicas. El Presidente Danilo Medina había orientado un apoyo indirecto a Gonzalo Castillo. Es por esto que la mayoría de funcionarios y líderes del Partido de la Liberación Dominicana había externado su apoyo público a Gonzalo Castillo.
Así las cosas, varios precandidatos presidenciales declinaron a sus aspiraciones y se alinearon con Gonzalo Castillo, de la corriente danilista. De modo que la contienda quedó establecida entre éste y el ex Presidente Leonel Fernández. Por otro lado, en el Partido Revolucionario Moderno competían el ex Presidente Hipólito Mejía, y el Lic. Luis Abinader, candidato a Vicepresidente en 2012, y presidencial en 2016, bajo la modalidad de primarias cerradas.
En las primarias simultáneas del 6 de octubre sería utilizado por primera vez el voto automatizado. La Junta Central Electoral realizó varias pruebas, consultas y una campaña sobre su utilización para la ciudadanía. Hubo ciertas oposiciones sobre esta modalidad de votación; entre estas, se solicitó una auditoría al sistema. Sin embargo, el órgano electoral argumentó que por un tema de tiempo no podía realizarla.
En la celebración de las primarias del 6 de octubre, en el Partido Revolucionario Moderno resultó ganador el Lic. Luis Abinader con una diferencia significativa en contra del ex Presidente Hipólito Mejía, que reconoció la derrota sin mayor dificultad. Mientras tanto, las primarias en el Partido de la Liberación Dominicana fueron muy reñidas, el Lic. Gonzalo Castillo resultó victorioso en el proceso electoral con una diferencia de menos de 2%. A diferencia del Partido Revolucionario Moderno, el ex Presidente Leonel Fernández argumentaba sobre un supuesto fraude con el voto automatizado en las primarias, y que Gonzalo Castillo sería un candidato ilegítimo en caso de que se proclamara ganador.
Alegaba que no se realizó una auditoría, y que hubo cambios de votos en algunos recintos y colegios electorales. También, que se realizaron votaciones después del cierre del horario establecido, y que los resultados fueron publicándose con personas dentro de los lugares de votación. En relación a esto, el ex Presidente Leonel Fernández elevó una instancia al Tribunal Superior Electoral, con el objetivo de que la Junta Central Electoral no emitiera la proclama declarando como ganador a Gonzalo Castillo. No obstante, no obtuvo ganancia de causa, por ende, el organismo electoral proclamó a Gonzalo Castillo como ganador de las primarias en el nivel presidencial.
Luego de estos acontecimientos, el ex Presidente Leonel Fernández renunció al Partido de la Liberación Dominicana. Se integró al Partido de los Trabajadores, que más adelante fue llamado Partido de la Fuerza del Pueblo. Parte de la dirigencia del Partido de la Liberación Dominicana, y funcionarios electivos de la línea del leonelismo, también declinaron. De igual manera, el ex Presidente insistió en denunciar el supuesto fraude ocurrido en las primarias.
La Ley de Partidos Políticos incluía en su regulación el transfuguismo en las contiendas electorales. En ese sentido, se entiende que cuando una persona aspira a una candidatura dentro de un partido político y pierde la postulación no puede ser candidato por otro partido político en una misma contienda electoral. Sin embargo, luego de un análisis del equipo jurídico y electoral del ex Presidente Leonel Fernández se concluyó que la Ley tenía contradicciones respecto a la figura del transfuguismo. El transfuguismo, según la Ley de Partidos Políticos, ocurre cuando una persona es nominada como candidato por un partido político, y no puede ser candidato por otro partido en un mismo proceso electoral. Respecto a esta tesis, hubo teorías de abogados constitucionalistas y de derecho electoral que argumentaron puntos a favor y en contra. El caso fue recurrido ante el Tribunal Superior Electoral, y se determinó que el ex Presidente podía ser candidato en el nivel presidencial por el Partido de la Fuerza Pueblo, e inscribir su candidatura en la Junta Central Electoral. Está pendiente una acción en inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional sobre el artículo que consagra el transfuguismo, pero hasta el momento no ha sido fallado el expediente.
Según lo consagrado en la Constitución de la República, las elecciones municipales son realizadas el tercer domingo del mes de febrero, y las presidenciales y congresuales el tercer domingo del mes de mayo. Para las elecciones en el nivel municipal se acordó que se utilizaría la boleta manual y el voto automatizado, de acuerdo a las provincias que concertaron los partidos.
Aparentemente, todo estaba listo para la celebración de las elecciones municipales. A pesar de esto, el día anterior, el 15 de febrero , dirigentes de partidos políticos denunciaban por las redes sociales que técnicos del organismo electoral administrativo estaban revisando las máquinas del voto automatizado. Desde muy temprano hubo reuniones con los delegados políticos para explicar la situación de las boletas, ya que en muchos recintos no se cargaron correctamente, haciendo aparecer incompleta la oferta electoral. Además de fallos técnicos, se detectaron dislocamientos en el padrón.
El árbitro electoral no pudo mitigar a tiempo lo sucedido, y luego de un consenso con los partidos políticos se acordó que las elecciones debían suspenderse. Al otro día, la Junta emitió una resolución que señalaba como nueva fecha para las elecciones municipales el 15 de marzo, y que la boleta sería solamente papel. A esto siguieron manifestaciones constantes frente a la Junta Central Electoral, en la Plaza de la Bandera, entre las que la del 27 de febrero fue la más importante, en el día del discurso de rendición de cuentas del Presidente Danilo Medina ante el Congreso Nacional, y último discurso en condición de tal. Las protestas afectaron considerablemente al Partido de la Liberación Dominicana. Si bien el origen de las manifestaciones fue contra la Junta Central Electoral, luego se extendieron y dirigieron al sistema político actual, liderado por el Partido de la Liberación Dominicana desde hace dieciséis años. Los partidos de oposición supieron aprovechar el escenario, y apoyaron significativamente esas manifestaciones. El Partido de la Liberación Dominicana no articuló una defensiva oportuna.
Siguiendo el calendario, se realizaron las elecciones municipales el 15 de marzo, cuando el Partido Revolucionario Moderno obtuvo un buen resultado, principalmente en zonas de mayor densidad de electores. El Partido de la Liberación Dominicana y sus aliados, entre estos, el Partido Revolucionario Dominicano, han hecho una gran ofensiva, pero al final lo importante en los certámenes electorales es saber cuántas plazas ganaste y perdiste.
Aunque el Partido Revolucionario Moderno tuvo muy buenos resultados, no pudieron sacarle provecho a la circunstancia. En el mes de febrero se confirmó el primer caso del Covid-19, e inclusive en medio de la pandemia fueron realizadas las elecciones municipales, lo que afectó la participación de los electorales, aunque no de manera significativa. El Presidente Danilo Medina se dirigió al país para anunciar que solicitaría la declaratoria del Estado de emergencia por la pandemia, y las medidas para contrarrestarla. El Congreso Nacional aprobó el Estado de emergencia, y el Poder Ejecutivo limitó el derecho de tránsito, reunión y asociación. Es por esto que fue restringida la campaña electoral, se prohibió realizar mítines, caravanas y demás actividades de la política tradicional dominicana.
En un principio, el único candidato que estaba tirado a la calle era Gonzalo Castillo, quien fue el más activo con las donaciones y participación presencial en las provincias del país. Más adelante, se integró el candidato Luís Abinader, y luego Leonel Fernández. Éstos estaban en las redes sociales y emitían declaraciones de manera frecuente. En medio del proceso se produjo un nuevo debate jurídico acerca de la posposición de las elecciones, ya que los Estados receptores del voto en el exterior habían emitido una comunicación que ponía en consideración la falta de conveniencia de celebrar elecciones presenciales, y sugería que fueran por correo electrónico.
Es por esto que la Junta Central Electoral realizó una consulta acerca de esta propuesta a todos los partidos políticos. La mayoría concordó en que lo más conveniente era posponer las elecciones, para realizarlas antes del 16 de agosto. La Constitución de la República establece que las autoridades legislativas y presidenciales deben juramentarse antes de esa fecha.
La Junta Central Electoral, en su resolución 042-2020, determinó posponer las elecciones para el domingo 5 de julio, y la segunda vuelta para el 26 de julio. Sin embargo, existen muchas discusiones acerca de que posiblemente no puedan llevarse a cabo en el mes de julio, y se realicen después del 16 de agosto.
Es cierto que existe un rechazo a este tema, ya que las autoridades electas deben ser juramentadas en agosto, por lo que los partidos de oposición están trabajando para que las elecciones puedan realizarse en el mes de julio, y así evitar que se produzca una discusión sobre la permanencia de las autoridades electivas actuales más allá del 16 de agosto. Los juristas del oficialismo han enfatizado que por el principio de continuidad democrático y legitimidad los funcionarios electivos actuales deberán permanecer hasta que se realicen las elecciones. Se ha llegado a la conclusión de que toda decisión debe realizarse por consenso.
Para las elecciones municipales hubo un equipo técnico de observadores del Departamento para la Cooperación y Observación Electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA), a quien, luego de la suspensión y por las manifestaciones, el Poder Ejecutivo solicitó una auditoría. A mediados del mes de abril fue remitido el informe final a la República Dominicana a través de la Cancillería, que procedió a enviarlo al órgano electoral.
El informe concluyó que se detectaron unos 21 aciertos. A partir de ello, se especifican conclusiones y se formulan recomendaciones para fortalecer el trabajo de la Junta Central Electoral en materia informática y evitar situaciones parecidas a lo sucedido en febrero. Además, se especifica negligencia por parte de la Dirección de Informática, por tanto, se procedió a la desvinculación del Director.
Con las elecciones establecidas para el mes de julio, la Junta Central Electoral se ha enfocado en elaborar un protocolo sanitario, además de gestionar el voto en el exterior. Para ello, han realizado consultas internacionales al órgano electoral de Corea del Sur, que recientemente celebró elecciones legislativas con una alta participación. También se ha consultado a los partidos políticos, la Unión Interamericana de Organismos Electorales y la Organización de los Estados Americanos, según las informaciones compartidas por el Presidente Julio César Castaños en un Webinar del Departamento para la Cooperación y Observación Electoral de la Organización de los Estados Americanos.
En estos momentos los candidatos se encuentran en periodo de campaña, prácticamente de manera virtual, en reuniones con dirigentes, actividades de donaciones con los protocolos de distanciamiento social, tomando en cuenta que la campaña tradicional ha cambiado radicalmente.
En la actualidad la dificultad ha sido la aprobación por parte de los Estados receptores de las elecciones del voto en el exterior. Una alternativa que se ha puesto en el debate es el voto por correo. No obstante, hay juristas que opinan que sería inconstitucional, puesto que la Constitución y leyes electorales expresan que el voto es personal. La oposición, liderada por el Partido Revolucionario Moderno ha trabajado para que puedan realizarse las elecciones en el exterior, en donde hay una cantidad significativa de electores.
En definitiva, las elecciones del año 2020 en República Dominicana han presentado diversos obstáculos: las confrontaciones constantes de los partidos políticos, la ejecución de las leyes electorales, y los inconvenientes con la Junta Central Electoral. Empero, se espera que las elecciones en el mes de julio puedan celebrarse con tranquilidad y con los protocolos sanitarios avalados por las autoridades de salud. Y que los candidatos a la presidencia acepten los resultados, y en el caso de que exista una segunda vuelta, ésta pueda celebrarse de conformidad con las leyes electorales.