Por Sofia Fiorentino. Estudiante de Estudios Internacionales en la Universidad Torcuato di Tella, Argentina
Es de público conocimiento que la isla cubana es el único país qué desarrolló íntegramente su propia vacuna contra el SARS-CoV-2 en suelo latinoamericano. Cuba no ha desarrollado una sino dos vacunas, la Abdala y la Soberana, cuyos niveles de eficiencia son dudosos. Normalmente, los candidatos vacunales atraviesan un proceso de pruebas y una vez aprobadas, se publican los datos en publicaciones científicas internacionales. Pero como era de esperar Cuba es la excepción a la regla, junto con Rusia.
A pesar de existir poca información respecto de la eficiencia de las vacunas, el régimen afirma que las mismas presentan niveles similares a los que tienen la Sputnik V o la de AstraZeneca. Según el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de Cuba -diseñador de la vacuna Abdala-, su eficiencia es del 92% contra la enfermedad y es más es 100% efectiva en la prevención del fallecimiento de aquellos vacunados.
Igualmente, ninguna de las dos ha sido autorizada por la Organización Mundial de la Salud. Tal como afirma Sonia Zúñiga, investigadora del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) “los únicos datos que hay publicados son sobre una de Soberana 02, se publicaron resultados en ratones sobre respuesta inmune pero no sobre la protección”. Empero, el régimen ha entablado negociaciones bilaterales con Nicaragua, Venezuela, Irán y Vietnam, entre otros, para proveerles de vacunas.
Lo sorprendente es que frente a esta falta de datos objetivos, varios países alineados políticamente con el régimen eligieron hacer negocios en el contexto del rebrote de la variante Delta. ¿Pero de qué proviene el encanto de las vacunas?
Primeramente, a diferencia de otras vacunas, las cubanas se obtienen gracias a derivados del virus y otras proteínas. Entre otras ventajas, se encuentra que, por su parte, la Soberana 02 puede almacenarse entre 2 y 8 grados, superando las limitaciones del transporte que presenta Pfizer, por ejemplo, que tiene un requerimiento de mantenerla a 70 grados bajo cero. En segundo lugar, la producción de Soberana es menos dificultosa por su alta proporción de escalabilidad.
Estos factores mencionados anteriormente, entre otros, fueron los principales atractivos a países como Vietnam. En respuesta al preocupante rebrote del Covid el presidente Nguyen Xuan Phuc aprobó el uso de emergencia de la vacuna Abdala cubana, convirtiendo al país en el primero en tomar semejante medida. Pero Cuba no solo enviará vacunas, sino que además les proporcionará a los vietnamitas tecnología para desarrollar localmente la vacuna. Esta decisión, lejos de tomarse como precipitada, fue descrita de la siguiente manera en un comunicado del gobierno vietnamita: «El Ministerio de Salud aprobó la vacuna Abdala basada en la necesidad urgente del país para combatir a la Covid-19».
Es más, Vietnam fue acompañado en su decisión por Nicaragua. El gobierno de Daniel Ortega, decidió comenzar a aplicar dosis de la vacuna cubana el día 20 de octubre -sin ningún miedo ni cuestionamiento de los médicos- a niños. La vicepresidenta y vocera de gobierno, Rosario Murillo, anunció que llegarán siete millones de dosis de Abdala, Soberana, Soberana 02 y Soberana Plus en el plazo octubre-noviembre. Evidentemente, el gobierno nicaragüense se encuentra preocupado por la incesante suba de casos en este último lapso y es por ello que se agregaron 20 millones de dólares al presupuesto de 150 millones de dólares para la compra de vacunas.
Finalmente, uno de los últimos casos fue el de Venezuela. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, comentó en una rueda de prensa que se incorporaba al plan de vacunación la vacuna Abdala, de origen cubano. El mandatario agradeció la llegada de las mismas luego de firmar el contrato de suministro de 12 millones de unidades. Hasta este momento, Venezuela permitía la aplicación de las vacunas china y rusa, Sinopharm y Sputnik V, respectivamente. Como era de esperar, esta intención del gobierno venezolano trajo polémica. La Asociación de Investigadores del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, la ONG Médicos Unidos por Venezuela y la Academia de Medicina venezolana, expresaron su preocupación por la aplicación de vacunas ya que creían en la existencia de una “dudosa credibilidad científica”.
Ante el uso masivo en los casos mencionados anteriormente, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) salió a la luz a recordarles a los ciudadanos del mundo que, entre las vacunas contra el Sars-CoV-2, las vacunas cubanas no presentan ningún tipo de autorización de uso de emergencia proporcionado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esto es un factor importantísimo ya que las vacunas que son aprobadas por la OMS para emergencias entran en el mecanismo Covax, que provee equitativamente acceso a vacunas por parte de diferentes países.
Claramente, el gobierno cubano aprovecha cada oportunidad que tiene al alcance para hacer negocios bilaterales, pero en este marco en particular, hay vidas en juego. Los países que compraron vacunas tienen el derecho de saber los niveles de eficacia de la vacuna que aplicarán a sus ciudadanos. Como explicó el Dr. Álvaro Ramírez, epidemiólogo nicaragüense, “no hay acceso a la información del tercer ciclo de estudios clínicos. Solo tienen hasta el segundo estudio clínico”.
El régimen cubano comenzó a establecer contacto con la OMS en el mes de septiembre, solamente para conseguir el reconocimiento de las vacunas producidas en su suelo. Según BioCubaFarma, un conjunto de instituciones científicas estatales cubanas (que producen las vacunas), dicho reconocimiento le facilitará el comercio de vacunas con el extranjero. Pero igualmente, por cuestiones políticas, es improbable que Cuba provea de vacunas a muchas naciones.
Finalmente, a pesar de la reputación que posee Cuba en cuestiones médicas, a corto plazo parece casi imposible que la OMS vaya a otorgarle el permiso de uso ya que el régimen castrista prefiere por sobre todas las cosas no difundir la información de sus vacunas. Sin ello, y la evidencia de las pruebas, pocos países serán los que se atrevan a negociar con el gobierno de la isla caribeña.
Referencias
- Cuba empieza a exportar sus vacunas ¿Qué sabemos sobre Soberana y Abdala?. Euro News. Recuperado el día 18/10/2021, en: <https://es.euronews.com/2021/09/28/cuba-empieza-a-exportar-sus-vacunas-que-sabemos-de-ellas>
- Vietnam, el primer país extranjero en aprobar la vacuna cubana Abdala. Télam digital. Recuperado el día 18/10/2021, en: <https://www.telam.com.ar/notas/202109/569037-vietnam-el-primer-pais-extranjero-en-aprobar-la-vacuna-cubana-abdala.html>
- Cuba es el primer país del mundo en vacunar a menores desde los dos años de edad. France 24. Recuperado el día 17/10/2021, en: <https://www.france24.com/es/am%C3%A9rica-latina/20210905-covid19-cuba-vacunacion-menores-edad-soberana02>
- Nicaragua aprueba uso de las vacunas cubanas contra el coronavirus. Deutsche Welle. Recuperado el día 17/10/2021, en: <https://www.dw.com/es/nicaragua-aprueba-uso-de-las-vacunas-cubanas-contra-el-coronavirus/a-59386362>
- Nicaragua aplicará a niños la vacuna cubana sin aval científico: los temores y dudas de los médicos. Infobae. Recuperado el día 16/10/2021, en: <https://www.infobae.com/america/america-latina/2021/10/06/nicaragua-aplicara-a-ninos-la-vacuna-cubana-sin-aval-cientifico-los-temores-y-dudas-de-los-medicos/>
- Llegan a Venezuela 900 mil dosis de la vacuna cubana Abdala. Tele Sur TV. Recuperado el día 16/10/2021, en: <https://www.telesurtv.net/news/llega-venezuela-dosis-vacunas-abdala-desde-cuba-20211003-0014.html>