Por Transparencia Electoral.
Las elecciones presidenciales en Venezuela, celebradas el 28 de julio de 2024, han constituido el fraude masivo más grande que se haya documentado en el país. Diversas organizaciones de observación electoral, como Transparencia Electoral y el Centro Carter, han expresado su preocupación por las irregularidades detectadas durante todo el proceso electoral, desde la fase preelectoral hasta la proclamación de Nicolás Maduro como presidente electo.
Obstáculos en el Registro Electoral: Una Democracia Incompleta
Uno de los problemas más graves señalados en el informe de Transparencia Electoral se refiere al registro electoral, particularmente en el exterior. Se estima que más de ocho millones de venezolanos residen fuera del país debido a la crisis que atraviesa la nación. Sin embargo, sólo una ínfima fracción de ellos pudo inscribirse o actualizar sus datos en el registro electoral para participar en los comicios. Esto se debió a una serie de irregularidades, como la apertura tardía de los consulados, la falta de información adecuada y la imposición de requisitos arbitrarios no contemplados en la ley electoral.
La situación fue aún más preocupante en países como Estados Unidos y Canadá, donde, debido a la suspensión de relaciones diplomáticas con Venezuela, los votantes registrados no pudieron ejercer su derecho al sufragio. En total, de una diáspora de más de ocho millones de personas, solo 3.506 ciudadanos venezolanos lograron inscribirse o actualizar sus datos, lo que representa una violación masiva de los derechos políticos de estos ciudadanos.
Inhabilitación de candidatos
El registro de candidatos fue otro punto crítico en estas elecciones. La inhabilitación de María Corina Machado, la líder opositora más prominente, marcó el inicio de un proceso plagado de obstáculos para la oposición. El informe detalla cómo el sistema automatizado del CNE presentó “fallos selectivos” que impidieron inicialmente la inscripción de la candidata opositora respaldada por la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), Corina Yoris, obligando a la coalición a buscar alternativas a última hora.
Finalmente, la candidatura de Edmundo González, quien inicialmente fue postulado como “candidato tapa” para mantener la tarjeta electoral de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), fue confirmada como la opción definitiva de la oposición. Sin embargo, este proceso también estuvo marcado por intentos de sabotaje y retrasos injustificados por parte del CNE, lo que contribuyó a aumentar la desconfianza en la imparcialidad del organismo electoral.
Consejo Nacional Electoral: brazo ejecutor del PSUV
El desempeño del CNE durante estas elecciones ha sido objeto de severas críticas. Según el informe de Transparencia Electoral, la falta de transparencia y la manipulación de los cronogramas electorales afectaron negativamente la realización de auditorías cruciales para garantizar la integridad del proceso electoral. Además, la ausencia de observadores internacionales independientes (salvo el Centro Carter y el Panel de Expertos de la ONU) y la participación limitada de organizaciones nacionales en las auditorías añadieron una capa de opacidad al proceso.
El Rector Principal del CNE, Juan Carlos Delpino, rompió el silencio en junio de 2024 para denunciar irregularidades significativas en el funcionamiento del organismo, incluyendo la toma de decisiones influenciada por agentes externos al CNE y la falta de reuniones colegiadas. Estas revelaciones reforzaron la percepción de que el proceso electoral estaba siendo manipulado en favor del oficialismo.
Fraude electoral y la proclamación de Maduro
El anuncio inicial de los resultados por parte del CNE, que otorgó a Nicolás Maduro un 51,20% de los votos frente al 44,20% obtenido por Edmundo González, fue recibido con gran escepticismo. El CNE no presentó las actas de escrutinio que respaldaran los resultados, fomentando aún más la incredulidad. La confirmación del fraude llegaría la madrugada del lunes 29 de julio, cuando María Corina Machado y Edmundo González informaron, luego de la rueda de prensa del CNE, que contaban con un porcentaje de actas de escrutinio significativo que le daba la victoria de manera contundente a la oposición. A día de hoy, ya han publicado más del 83% de las actas a nivel nacional en el portal web. Los datos arrojan que Edmundo González obtuvo el 67% de los votos frente al 30% de Maduro.
El Centro Carter, la única organización internacional especializada en observación electoral que estuvo acreditada ante el CNE, concluyó que las elecciones no cumplieron con los estándares internacionales de integridad electoral y, por lo tanto, no pueden ser consideradas democráticas.
Conclusión: La comunidad internacional debe promover una transición democrática
Las elecciones presidenciales de 2024 en Venezuela han sido calificadas por Transparencia Electoral como un fraude masivo. La combinación de un registro electoral manipulado, la obstrucción del registro de candidatos opositores, la falta de transparencia en las auditorías y la proclamación de resultados sin la debida fundamentación, ha socavado gravemente la confianza en el proceso electoral y en las instituciones del país.
La oposición se adaptó a condiciones adversas propias de un régimen autocrático para competir por la presidencial, y a pesar del ventajismo exacerbado obtuvo una victoria contundente.
La comunidad internacional debe presionar al régimen venezolano para que respete la voluntad popular y facilitar una transición democrática.
Demo Amlat es un proyecto impulsado por Transparencia Electoral cuya misión central es el compromiso con el fortalecimiento democrático en la Región.