El próximo 25 de octubre del año en curso se celebrará el Plebiscito Nacional 2020 en la República de Chile para poder reformar su Constitución actual y sanar aquellos vicios del pasado y el presente que han dejado olvidados asuntos de interés nacional y han afectado a gran parte de los chilenos. Asimismo, reivindicar a la sociedad chilena un país más inclusivo, democrático y justo para todos los ciudadanos. Para entender el motivo del Plebiscito Nacional de este domingo es importante saber cómo surgió esta Constitución, por qué es tan cuestionada y qué debe hacer el chileno de hoy para forjar el país que quiere.
La reforma a la Constitución Política de la República de Chile nace de las distintas demandas sociales para su efecto. Uno de los principales motivos de esta reforma es la ilegitimidad de origen, es decir, que haya sido promulgada durante la dictadura militar de 1980 con Augusto Pinochet. La dictadura de Pinochet dejo una Constitución viciada por el militarismo, la privatización y el abuso de poder que años más tarde sería reformada dos veces, en 1989 y 2005. Si bien es cierto que esta Constitución Política fue reformada en distintas ocasiones, el clamor popular en las calles de Santiago demandaba por una verdadera reforma constitucional que acabara con la herencia de Augusto Pinochet, o por lo menos intentarlo.
Debido a lo anterior, en octubre del año 2019 los chilenos se volcaron a las calles exigiendo una reforma constitucional y la reivindicación de derechos sociales en manos de empresas privadas, por lo que los protestantes no solamente cuestionan el origen de esta Constitución, sino también el contenido propio que en ella está escrito.
Dado que se trata de una Constitución muy rígida y para modificarla se requieren mayoría de dos tercios o de tres quintos de los diputados o senadores en ejercicio y hay ciertas normas que hacen prácticamente imposible, sino muy dificultoso, reformar ciertas disposiciones, durante mucho tiempo hubo un congelamiento de asuntos como derecho a la seguridad social y libertad de enseñanza. Son justamente estos derechos sociales que hoy se demandan en las calles exigiendo una pronta respuesta.
Una de las características que posee la actual Constitución chilena, y que tiene mucho que ver con las exigencias actuales, es que establece un “Estado Subsidiario” que no provee directamente las prestaciones que tienen que ver con salud, educación y seguridad social, sino que esta provisión queda en manos del sector privado. Al ver los datos que arroja el Índice de Desarrollo Humano de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) (La Tercera, 2019), nos encontramos con que Chile cuenta con una gama entera de indicadores de bienestar tal como la mortalidad materna, acceso al saneamiento adecuado, un excelente sistema educativo y altos niveles de libertades civiles. Un Estado liberal que ha podido elevar la calidad de vida de sus ciudadanos. Sin embargo, la izquierda chilena reaccionó a la privatización de los servicios básicos con un rechazo al modelo de mercado que la derecha ha impuesto en el país. Chile ha sido una de las democracias más fuertes durante 30 años y esto conlleva a que se escuchen a todos los sectores de la sociedad.
Las causas del descontento actual son complejas, pero sin duda que expresan quejas legitimas. Por mencionar algunas, el estancamiento de salarios; el excesivo gasto gubernamental y una mayor carga tributaria asfixiando la economía de los chilenos, dejando de lado la correspondiente mejora en la calidad de los servicios públicos; y los escándalos de corrupción que estallaron en el gobierno anterior y a la elite empresarial chilena. La izquierda se aprovechó de eso, usando la violencia como un medio legitimo para influir en la política y sentar un precedente terrible para la democracia de Chile.
Ante este escenario de reclamos y protestas, el gobierno actual convocó a un plebiscito nacional para decidir si se reformar o no la constitución. Los ciudadanos tendrán dos consultas importantes:
- ¿Quiere usted una nueva Constitución?
“Apruebo” o “Rechazo”.
- ¿Qué tipo de órgano debería redactar la Nueva Constitución?
“Convención Mixta Constitucional” (integrada en partes iguales por miembros elegidos popularmente y parlamentarias o parlamentarios en ejercicio) o “Convención Constitucional” (integrada exclusivamente por miembros elegidos popularmente)
Este proceso de reforma a la Constitución chilena debía haberse llevado a cabo el pasado abril, pero debido a la situación actual de la pandemia del COVID-19 se pospuso para este domingo.
De algo no hay que tener duda y es que es necesario que, en la nueva Constitución chilena, tal como su proceso para obtenerla, se debe contar con la participación de todos los sectores políticos, sociales, sindicales, económicos, empresariales, etc. para revestir de legitimidad todo lo plasmado y olvidar la herencia militarista y dictatorial dejada por Augusto Pinochet. Asimismo, evitar el mercantilismo, estatismo y la corrupción el cual hace y genera desigualdad social, no es el mercado, son los agentes del mercado que tal se comporten frente a terceros.
El estado debe involucrarse como un ente garantista, en donde se cumplan y respeten los contratos hechos por los ciudadanos para un mejor desarrollo social. Y es válido recordar también que ha sido un tiempo difícil para poder dar un gran paso hacia una nueva Constitución y dejar un gran país en políticas públicas que no funcionen, coartando sus libertades políticas y económicas, sería un retroceso abismal, por lo tanto, la participación ciudadana y la democracia es de suma importancia en este proceso.
Bibliografía
Biblioteca del Congreso Nacional de Chile. (Septiembre de 2020). Obtenido de Biblioteca del Congreso Nacional de Chile: https://www.bcn.cl/procesoconstituyente/plebiscito2020
La Tercera. (19 de Diciembre de 2019). Obtenido de La Tercera: https://www.latercera.com/pulso/noticia/chile-mantiene-lugar-42-indice-desarrollo-humano-lider-america-latina/932259/
Ley 21200. (24 de Diciembre de 2019). Obtenido de Ley 21200: https://www.bcn.cl/leychile/navegar?idNorma=1140340