
Bertrand de la Grange: Cuando Maduro no se pueda sostener, Petro y Lula propondrán una solución “inspirada desde Cuba”
Bertrand de la Grange es el editor del prestigioso diario independiente cubano 14 y Medio. Antes fue corresponsal para Le Monde en América, primero en Canadá y luego en México y Centroamérica. Especialista y apasionado por América Latina, conoce a profundidad la naturaleza del régimen cubano y su influencia en los autoritarismos en la región.
En el marco del fraude electoral en Venezuela y el papel negociador de Brasil y Colombia, Le Grange considera que cualquier aproximación al conflicto pasa por La Habana.
Jesús Delgado, Director de Transparencia Electoral y Coordinador de DemoAmlat, lo entrevistó al respecto:
Jesús Delgado (JD): Hay una cuestión curiosa que vamos a conversar con nuestro invitado, y es que al parecer Cuba es un país en quiebra, en una gran crisis perenne, y, sin embargo, tiene una grandísima relevancia internacional, diplomática, geopolítica, a pesar de estas carencias y de esta crisis que no se detiene, que aqueja a cerca de 10 millones de cubanos que viven allí en la Isla.
Así que, Bertránd, bienvenido, gracias por el tiempo, gracias por la disposición y para empezar ya con una pregunta, me gustaría saber, tú eres una persona que sigue diariamente la realidad cubana y ese estallido social del 11J hace ya tres años, en donde vimos manifestaciones históricas quizás nunca vistas en toda la isla de manera espontánea, y eso en su momento tuvo como una intención de quiebre del régimen, y hoy en día lo que vemos es un exilio tremendo, un éxodo cubano en todos los países, se reduce la cantidad de habitantes en Cuba y la sociedad civil está muy golpeada. Hay más de tres mil presos políticos. ¿Qué balance haces con todo lo que ha pasado estos años, con ese punto máximo de presión y luego de persecución que ha hecho el régimen cubano?
Bertrand de la Grange (BG): En Cuba se está viviendo un fenómeno que no ha alcanzado el nivel de Venezuela, pero se está acercando bastante, aunque se está desarrollando de una manera bastante diferente. Hoy, precisamente, publicamos una nota sobre el hecho de que La Habana ha perdido 15% de su población en los últimos tres años. La isla, que tenía 11.200.000 habitantes hace unos años ya tiene menos de 10 millones. Eso, y los que se han ido más que todo, son los jóvenes, las familias jóvenes con niños a veces, entonces los nacimientos también han bajado de manera espectacular.
Es un fenómeno, la despoblación ya es un indicio de la situación muy preocupante que se está viviendo en Cuba desde hace tiempo. Yo diría que en Cuba el tiempo está detenido, no se mueve ni por adelante ni por atrás, el régimen logra mantenerse a pesar de todas las dificultades económicas que vive el país, a pesar de no tener las divisas que necesita para las importaciones, tiene un déficit de la balanza comercial enorme y vive finalmente a partir de una serie de cosas como la dominación sobre Venezuela, que le permite recibir una cantidad de petróleo diario y así puede funcionar más o menos correctamente, si se puede sobrevivir por lo menos con los 50.000 barriles en promedio que Venezuela les manda cada día.
Por otro lado, está usando a sus brigadas médicas que mandan en varios países donde no es en ningún caso solidaridad, como se está diciendo. Son brigadas que se venden a un precio bastante alto, a pesar de que los integrantes, los médicos, las enfermeras y los especialistas que están en esas brigadas reciben un salario mínimo. Reciben más o menos entre 10 y 25 por ciento de la cuota que cada país paga por ellos. Con la llegada de Bolsonaro en Brasil, donde había más de 8.000 médicos cubanos desde la época de Rousseff y de Lula, el estado cubano recibía una cantidad de dinero muy importante.
Al cerrar este programa en Brasil, perdieron una parte de recursos. Entonces los fueron a buscar en otros países. Encontraron recientemente otro país que se está prestando a esto y que es México, con López Obrador, que finalmente ha contratado a 5.000 médicos cubanos que están en el proceso ahora de llegar a México. Entonces es a través de esos apoyos que el régimen logra sobrevivir por el momento, la situación en el terreno dentro del país es tremenda. La acción económica es un desastre absoluto, el país tiene que importar el 80% de los alimentos que consume su población y el turismo y de la producción agrícola está totalmente caído por con excepción de algunos productos muy rentables, que son el tabaco, que es de lo poco con el níquel que explota una compañía canadiense.
Esos son finalmente los dos recursos que tiene Cuba para mantenerse a flote. Por ejemplo, la caña de azúcar, que fue la riqueza de Cuba durante décadas, ahora ha caído a un nivel de producción ínfimo de 300 o 350 mil toneladas al año, que no cubren ni el consumo nacional, o sea qué Cuba ahora tiene que importar azúcar de EEUU o de Francia. La industria está realmente destruida, y la que no está destruida no puede funcionar porque no tiene suficiente combustible. Porque a pesar de recibir petróleo, el consumo diario de Cuba es de 120.000 más o menos barriles al día y recibe 50.000 de Venezuela, unos 20.000 quizás de México, más su producción nacional, entonces ahí logra a duras penas hacer funcionar, digamos, sus centrales eléctricas, que tienen un promedio de 30 años de antigüedad y están apagadas cada dos por tres, acaban de tener un apagón que realmente ha provocado grandes discursos de parte del oficialismo acusando a la oposición.
En Cuba, esos apagones son diarios y afectan a veces la totalidad de la isla durante varias horas al día. Estamos ante un sistema que está totalmente destruido.
JD: Y, Bertránd, ahí justamente en un contexto de una sociedad colapsada, de servicios básicos colapsados, ha sido noticia, por ejemplo, la falta de recolección de basura, los desmoronamientos de las infraestructuras antiguas de La Habana, cómo se caen los edificios, cómo las personas pierden lo poco que tienen en un contexto de tanta carencia la gente en el exterior se pregunta bueno, pero cómo lo soportan, cómo no ha habido todavía un movimiento de rebelión tan fuerte que haga que el gobierno salga del poder, y esta pregunta muchas veces se hace desde el desconocimiento de cómo funciona el régimen cubano, cómo se ha mantenido allí luego de 60 años, luego de la caída de la Unión Soviética, luego de la caída también en desgracia de la economía venezolana. Es decir, cómo siempre ha sobrevivido incluso en el periodo especial, incluso en este contexto que lo recuerda mucho. ¿Qué nos puedes decir, qué coordenadas nos puedes dar, de cómo un régimen altamente impopular y con una crisis permanente de servicios se sostienen en el poder?
BG: Bueno, primero el régimen tuvo su época de popularidad, tanto nacional como internacional. La internacional todavía no se ha derrumbado del todo, curiosamente, a pesar de todo lo que se sabe sobre el funcionamiento del sistema político. Ahora bien, esa popularidad nacional se mantuvo durante años porque la Unión Soviética estaba dando subsidios gigantescos a Cuba.
Cuba recibió como cuatro o cinco veces el equivalente del Plan Marshall que recibió Europa después de la Segunda Guerra Mundial para un país minúsculo, entonces el país vivía realmente de la Unión Soviética durante todos esos años cuando ya la llegada perestroika y Fidel Castro no quiere saber nada de la perestroika y menos aún de la glásnost. Entonces, llega Chávez a Venezuela a través de elecciones y Chávez es desde el inicio un hombre de Fidel Castro y está enamorado de Fidel Castro, y Castro ve ahí una oportunidad que había buscado durante décadas que era conquistar Venezuela. Chávez le da esta oportunidad y le da más que todo un apoyo importante, como decía antes, el petróleo y una serie de otros acuerdos que permite a Cuba no revivir el nivel de subsidio que tenía de la Unión Soviética, porque eso sería imposible, pero por lo menos le da un respiro durante unos años.
Entonces la gente sigue aguantando y el régimen, por otro lado, ha tenido desde el inicio una política represiva muy selectiva que ha funcionado perfectamente bien. A diferencia de lo que pasaba en otros países de América Latina, en lugar de matar a la gente en la calle, por ejemplo, de tener escuadrones de la muerte, los tenían bajo otro concepto, mandaba a la gente a la cárcel con condenas larguísimas y además el hecho que fuera una isla eso le permitió asentar aún más su poder, porque la posibilidad digamos de invadir la isla desde fuera como lo ha como lo hemos visto a través de varias en varios intentos siempre han fracasado.
Entonces es esa situación insular, la personalidad de Fidel Castro, que logró tener un apoyo internacional gigantesco, que le permitía al mismo tiempo tapar la represión que se estaba dando dentro de Cuba, todo esto ha permitido que el régimen se mantuviera todo ese tiempo. Ahora bien, el 11 de julio de hace tres años realmente ha sido algo totalmente inesperado por el régimen, ellos no se imaginaban que podía pasar esto y han reaccionado con una brutalidad tremenda, pero lo han hecho siempre como lo hacen o sea que primero mucho en silencio, han detenido una cantidad de gente, como lo están haciendo en Venezuela, usando los videos y todo esto para localizar a la gente, y los ha llevado a los tribunales con condenas que van de 5 años en promedio a los 25 años, en muchos casos solo por manifestarse en la calle.
Esto ha generado un temor porque muchos de esos jóvenes y menos jóvenes que están hoy en la cárcel nunca se esperaban una represión de este tamaño. Entonces, en lugar de resistir como se está haciendo ahora en Venezuela, pero Venezuela es porque hay también más posibilidades, en el caso de Cuba lo que hacen es que se van, emigran. Entonces hemos visto, desde julio del 2021, una cantidad de gente que se ha ido y además el régimen ha facilitado la salida. Por ejemplo, ha pasado un acuerdo con Nicaragua para que Nicaragua no pidiera visado a los cubanos llegan a Nicaragua y siguen la ruta, lo que llamamos nosotros la ruta de los volcanes, que les lleva hasta la frontera con Estados Unidos. Por ahí han entrado una cantidad muy importante en los últimos años, y hay el fenómeno muy antiguo de los balseros, que es mucho menor comparado con la ruta de los volcanes, porque es mucho más peligrosa, ahí muere cantidad de gente, y además Estados Unidos ha decidido ya desde hace varios años rechazar todos los que llegan por la vía marítima.
Todos esos factores, la represión muy ágil del régimen, la decisión de la gente de emigrar en vez de resistir, hace que la oposición interna en Cuba sea muy débil, mucho más débil que en Venezuela.
JD: Esto no se puede entender sin entender también el contexto internacional. Cuba ha perfeccionado a lo largo de las últimas décadas y de toda la historia de la Revolución Cubana, la diplomacia, ¿no? Tiene, por ejemplo, una cantidad de embajadas desproporcionada con respecto a la población que tiene, tiene grupos de amistad parlamentaria con congresos democráticos, Con gobiernos democráticos donde encuentra aliados para posicionar sus demandas de, por ejemplo, salir de la lista de Estados que promueven el terrorismo o de lo que ellos llaman el bloqueo y de esa manera como contribuir a esa narrativa. ¿Cuáles son esos espacios que tienen las sociedades abiertas para justamente permitir la legitimación y la sobrevivencia de estos regímenes cerrados que violan derechos humanos y que básicamente tienen rehén a una población?
BG: Bueno eso es lo más triste del asunto, ver como por ejemplo si tomamos ahora el ejemplo de España ante lo que pasa en Cuba y ahora ante lo que pasa en Venezuela tenía que haber tenido un papel muy importante un poco como de liderazgo en Europa y tener una posición a favor de la democracia muy combativa, pero nada de esto. Entonces, al contrario, es finalmente España por su silencio y la Unión Europea sigue los pasos de España naturalmente.
Hay muy poca gente, con excepciones, los checos, por ejemplo, son mucho más combativos, pero son pocos. No representan realmente, no tienen la influencia que podría tener España sobre las decisiones que se toman en Bruselas para poner más presión finalmente sobre Cuba.
Cuba ha obtenido una serie de ventajas a través de un acuerdo con la Unión Europea que incluía también el control de los DDHH, pero precisamente esa segunda parte no se ha hecho, más allá de declaraciones puramente formales que no han tenido ninguna consecuencia y no han disminuido la cooperación con Cuba. Hay un abandono por parte de las democracias europeas, un poco más de combatividad del lado de Estados Unidos, pero ya Estados Unidos considera a Cuba un problema menor comparado con las situaciones que tiene tanto a lo interno como lo internacional. Y además, Washington tiene un temor, que si la cosa se pone realmente más complicada en Cuba y hay una guerra civil, al mismo tiempo de lo que está ocurriendo también en Venezuela, eso puede crear más problemas en Estados Unidos, donde el problema migratorio es ya algo muy importante, como lo hemos visto en los últimos años y en las campañas electorales de los dos principales candidatos.
Además, lo es también para los países latinoamericanos, en particular para países como Colombia, que está recibiendo una cantidad enorme de venezolanos, pero hasta Perú, Chile y Uruguay, estos fenómenos hacen que haya una cierta reserva de parte de varios de los países latinoamericanos. Aunque hay que reconocer que en el caso de Venezuela ahí sí hemos notado un movimiento interesante, en particular desde Chile, donde la posición de Boric es particularmente admirable en las circunstancias. Porque finalmente sus propios amigos políticos lo están ahora denostando y no dudan en calificarlo de traidor. Entonces, esa situación, todo esto, ese contexto internacional, explica que el régimen cubano se mantiene, digamos, no le teme realmente a la presión internacional.
Cada año, además, juega en la Asamblea General de Naciones Unidas con el tema del embargo, con el bloqueo, como lo llaman, que eso le debería dar risa a mucha gente si supieran exactamente en qué consiste el famoso bloqueo, porque las compras alimentarias que hace Cuba a EE. UU. son enormes. Sin las compras la compra de miles de toneladas de pollo que hace Cuba a EE. UU., Cuba viviría ahora en una hambruna. Entonces, ese bloqueo no existe, de hecho. Estados Unidos lo mantiene políticamente porque, primero, incluso los que lo quieren quitar no lo pueden quitar de un día para el otro, porque se necesita una mayoría calificada en el Congreso, entonces no lo pueden hacer. Pero ese argumento del bloqueo, a pesar de su ridiculez, sigue siendo un argumento muy sólido en la comunidad internacional y en particular en Nueva York cada año, dentro de poco en octubre, cuando van a empezar a debatir sobre el bloqueo.
JD: Claro que ahí se ve el efecto simbólico de la revolución cubana y de esta narrativa, una revolución cubana que ya ha caído en desgracia desde hace muchísimo tiempo, donde aún mantiene algún romanticismo por parte de factores, ya que son extremos, de extrema izquierda, los partidos comunistas de algunos países de la región o del mundo, sin embargo, sigue llamando la atención cómo se sostiene ese ideal romántico de los 60 y la trova y todo eso y sigue justificando con estos mensajes vacíos como tú decías del embargo, el supuesto bloqueo y como Cuba usa esa narrativa para hacer una suerte de David contra Goliat internacionalmente.
Voy a tomar algo de lo que tú decías en una entrevista con un medio, no se están dando cuenta que para resolver o intentar resolver el problema venezolano hay que involucrar a Cuba. Se puso muchísima confianza en el gobierno colombiano, en el gobierno de Brasil, para que tuvieran una especie de puente, puente que parece estar caído cuando uno ve la dificultad que ha tenido el presidente Petro, el presidente Lula, para entablar una conversación con Nicolás Maduro. Parece que es más fácil para Maduro hablar con Ortega o con Díaz-Canel que con Petro o con Lula. Pero, ¿cómo te imaginas tú ese involucramiento de Cuba? Primero, ¿a Cuba le conviene sentarse en esa mesa, ya sea para dilatar o para encontrar un arreglo mejor?
BG: Es que Cuba lo tiene fácil, es no decir nada, dejar que los demás sigan con el mismo discurso, o sea, que Petro y Lula intenten buscar, ayudar a la búsqueda de una solución. Estoy seguro de que Petro y Lula consultan a Cuba y no a Díaz-Canel, porque Díaz-Canel no es el que pincha y corta en Cuba, pero consulta a los que en Cuba sí tienen relevancia para esos análisis y decisiones.
Me parece obvio, la cosa es que nunca se cita el nombre de Cuba. Si tú miras tanto en los medios, Cuba nunca aparece. Incluso en los debates entre los gobiernos nunca se habla de Cuba, se habla de México, que López Obrador dice una cosa un día y otra cosa el día siguiente él anda un poco perdido en esto, Petro y Lula, bueno ellos sí se han movido bastante, pero se han movido en función de los intereses de Cuba, pero claro no lo van a decir nunca públicamente, entonces yo creo que lo que está pasando es que Maduro es un hombre de Cuba fue formado en Cuba en la escuela de cuadros todos fueron los cubanos que lo pusieron ahí después de Chávez.
Entonces lo que pasa me da la impresión es que cuando vean que Maduro ya no se puede salvar, van a tener otra carta en la manga y no son ellos que la van a proponer, van a ser Lula y Petro quienes propongan una solución que en realidad será inspirada desde Cuba. Han intentado varias cosas, yo creo que ellos sabían que esas propuestas no tenían sentido, como nuevas elecciones, gobierno de coalición, eran propuestas totalmente insensatas, no había ninguna posibilidad, pero yo creo que se trataba únicamente de ganar tiempo. Están ganando tiempo, hasta enero. ¿Por qué? Porque la oposición se va a desgastar en la calle, es inevitable. Es mucho más fácil estar del lado del poder que del lado de la oposición, arriesgando tu vida en la calle todos los días. Entonces ellos están apostando a esto, desgastar lo máximo la oposición y aguantar hasta enero. Yo creo que lo que van a hacer es apostar a la entronización de Maduro, pero ya con una opción B. Buscar una solución que sería finalmente el chavismo sin Maduro, buscar ese tipo de salida.
JD: Se ha planteado en muchas tesis de transición a una democracia, que ese quiebre es provocado por un actor interno de la coalición dominante que finalmente tiene suficiente autoridad para enfrentarse y para decir bueno las condiciones son tan malas que hace falta un recambio, aunque sea interno. Es verdad que el tiempo juega a favor de Maduro, la gente se cansa, la gente se desmoraliza en la cantidad de presos que ha habido los movimientos en el gabinete de Venezuela, poniendo a Diosdado Cabello allí como ministro de interior, una forma también de desmoralizar a la oposición. Y con respecto a estas posibles sanciones que pueden venir de los Estados Unidos individuales a ciertos funcionarios y sus familias, ¿crees que eso tenga algún impacto?
BG: No lo creo, no digo que no hay que hacerlo, supongo que sí que hay que hacerlo, como había que confiscar el avión de Maduro. Son cosas que les molestan mucho y que les pueden debilitar de una cierta manera, pero no creo que eso sea suficiente para tumbarlos. Hay un elemento agregado en el caso de Venezuela que es importante, yo creo, es la mafia. El gobierno está muy vinculado a actividades ilegales muy importantes, que sea el narco, que sea el tráfico de oro, que sea las minas, por ejemplo, que han ofrecido a varios inversionistas extranjeros de manera ilegal. Hay todo un entramado mafioso que hace que ya no estamos frente a un gobierno normal, a un gobierno autoritario normal. Es un gobierno autoritario con un componente de ilegalidad muy, muy importante. Y entonces, claro, si están todos metidos en esos asuntos, es muy complicado que dejen el poder. Digamos, lo complica aún más.
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