«Elimina el bloqueo, también es un virus» fue la campaña que recorrió el mundo desde marzo de este año, promovida por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba. Entrevistas, testimonios, y pronunciamientos de entidades gubernamentales e internacionales acompañaron la iniciativa que se montó en miras de la presentación de una nueva resolución ante la Asamblea General de Naciones Unidas para poner fin al bloqueo.
La historia del embargo comercial, económico y financiero a Cuba lleva casi 60 años. En 1962 John Kennedy, en ese entonces presidente de los Estados Unidos, declaró el bloqueo unilateral con el fin de procurar el derrocamiento del gobierno revolucionario de Fidel Castro. Hasta la actualidad estas medidas se han mantenido en el tiempo con leves variaciones de acuerdo con la administración que se encuentra en el poder. Aunque se pudiera haber llegado a un acuerdo durante el mandato de Obama, aún son inciertas las posibilidades de que esto ocurra.
Los Grupos de Amistad Parlamentaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) son una herramienta que complementa la labor de la Comisión de Relaciones Internacionales manteniendo lazos de trabajo con otros parlamentos con el fin de difundir las acciones del gobierno de Cuba y buscar apoyo en este tipo de campañas que le permitan fortalecer su política exterior.
En el último periodo, una de las principales tareas de los Grupos de Amistad estuvo focalizada en movilizar en cada grupo de trabajo el apoyo a la campaña #EliminaElBloqueo. Previo a la presentación de la resolución ante la ONU, Cuba contó con el soporte de numerosos parlamentos y representantes de otras naciones que han declarado por diferentes medios el rechazo al embargo. Incluso durante mayo de este año la ANPP llevó adelante en mayo de este año una audiencia parlamentaria contra el bloqueo denominada «Cuba frente a dos pandemias».
Finalmente, este 23 de junio el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla presentó ante la Asamblea General en su septuagésimo período de sesiones, la resolución «Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba» con 184 votos a favor, dos en contra de EEUU e Israel, y la abstención de Colombia, Brasil y Ucrania. La propuesta recoge los mismos argumentos que se han presentado en los últimos años: «el bloqueo es ilegal e inmoral y constituye el mayor obstáculo para el desarrollo económico y social de Cuba».
En su discurso, destacó que “el gobierno de EEUU asumió el virus como aliado en su guerra no convencional, recrudeció de manera oportunista el bloqueo comercial y financiero”. En línea con lo que se ha promovido durante esta campaña, se refirió al impacto que ha generado el bloqueo en paralelo con el Covid-19, “las dos pandemias”.
Uno de los principales temas que abordó en su exposición tiene que ver con la falta de insumos en el sistema de salud. “Persiste la imposibilidad de acceder a equipamientos, fármacos y tratamientos idóneos en el ámbito de salud provenientes de compañías estadounidenses”, apuntó. En el último tiempo trascendieron denuncias y reclamos en redes sociales de ciudadanos y médicos que exigen al gobierno cubano la implementación de mejoras en las condiciones de trabajo del personal que se encuentra en contacto estrecho con casos positivos de Covid-19 y el abastecimiento de las instituciones hospitalarias. La respuesta a estas demandas, lejos de resolver las inquietudes, fue la expulsión de uno de los médicos.
Por último, interpeló a la comunidad internacional exclamando que “el reclamo de Cuba es que nos dejen en paz, es vivir sin bloqueo, que cese la persecución de nuestros lazos comerciales y financieros con el resto del mundo”.
Sin embargo, esta no es la primera vez que Cuba presenta ante la ONU un proyecto para solicitar una normalización en las relaciones con EEUU. La primera resolución fue presentada en 1992 donde 59 países votaron a favor, con 71 abstenciones y tres votos en contra. A día de hoy con el voto afirmativo de 184 países, esta resolución que no parece abordar nuevas soluciones se suma a las 28 que ya han sido presentadas. Entendiendo que las resoluciones de la Asamblea General no son de carácter vinculante, por lo que solo el Congreso estadounidense tiene la capacidad de decidir levantar el embargo.
Quizás uno de los principales desafíos para lograr avanzar al encuentro de soluciones reales para resolver la situación económica de Cuba, está en buscar una salida diferente a la propuesta por las resoluciones que no han dado frutos a lo largo del tiempo. Voltear la mirada al interior de la isla, mientras EEUU sostiene que las sanciones buscan promover la democracia y el respeto a los derechos humanos en Cuba.