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ODE y COPE sobre la suspensión de las asambleas de rendición de cuentas: “es un atentado a la precaria gobernanza institucional cubana”

Para Observadores de Derechos Electorales (ODE) y Ciudadanos Observadores de Procesos Electorales (COPE) resulta altamente preocupante, primero, la suspensión del proceso de rendición de cuentas del Poder Popular convocado en el último trimestre de 2023 y, en segundo lugar, la posposición, supuesta, de este mismo proceso en el primer trimestre de 2024.

La periodicidad en la rendición de cuentas que establece el Artículo 101, inciso c, de la Constitución, consignado como deber por el Artículo 195 de la misma, y regulado por la Ley 132, de Organización y Funcionamiento de las Asambleas Municipales del Poder Popular, se vuelve a vulnerar sin razones de fuerza mayor que lo justifiquen, en función exclusivamente de los tiempos y cálculos políticos del gobierno, y en contra de los tiempos institucionales de la representación. Ni en momentos de la Covid 19 se pospuso el cronograma habitual del único espacio potencial para el ejercicio de la democracia directa en Cuba.

La representación democrática genuina presta siempre más atención a la voz de las y los ciudadanos en momentos de crisis; no atenta jamás contra la deliberación de aquellos que dice representar. El único modo de involucrar en la deliberación sobre temas existenciales a quienes se verán afectados por decisiones de instancias alejadas de la vida ordinaria de la sociedad es mediante el respeto sagrado a los tiempos institucionales de control ciudadano. Un mecanismo más importante en Cuba porque los órganos locales constituyen la única instancia política de representación en la que las y los cubanos tienen la posibilidad de elegir, no solo de votar, de hacerlo en forma directa y de modo cercano, y de ejercitarse como ciudadanos/as.

Esta discontinuidad temporal de las instituciones locales de representación, como lugar para el intercambio entre elector y elegido, es un atentado a la precaria gobernanza institucional cubana. Ni la nueva legislatura de la Asamblea Nacional ni los delegados votados en las últimas elecciones han tomado contacto con la ciudadanía dentro de la actual X Legislatura. Más de un año sin escrutinio popular y sin que las y los ciudadanos hayan podido contrastar desde abajo la capacidad de quienes dicen representar la voluntad del pueblo.

Cuando la gobernabilidad se trata de sostener a costa de una débil gobernanza como la de Cuba, no se garantiza la sostenibilidad de ninguna. Negarse a escuchar la voz popular solo debilita la legitimidad, cada vez más si cabe, sin impedir que dicha voz busque, como hace, otros caminos de expresión. Para ODE y para COPE el respeto a la institucionalidad es la única señal de madurez y calidad política para quienes pretenden autoridad, consenso popular y legitimidad representativa.

Marthadela Tamayo – Observadores de Derechos Electorales

María Mercedes Benítez Rodríguez- Ciudadanos Observadores de Procesos Electorales