Exigimos que l@s cuban@s puedan elegir libremente a sus representantes políticos​

En Cuba se vota, pero no se elige. Durante las últimas décadas l@s cuban@s han sido convocados a las urnas para refrendar los liderazgos preseleccionados por el Partido Comunista de Cuba (PCC), y no para elegir entre una amplia oferta de partidos, candidat@s y programas, como sucede en los régimenes democráticos. De esta manera, las personas comunes no pueden incidir en los asuntos políticos de su país, lo que es un derecho consagrado en los instrumentos internacionales de protección de los derechos humanos, ya que los puestos de decisión están reservados para quienes integran el partido único.

El sistema electoral está diseñado para mantener la hegemonía del PCC, que de acuerdo a la Constitución es “único, martiano, fidelista, marxista y leninista…fuerza política dirigente superior de la sociedad y del Estado” y “organiza y orienta los esfuerzos comunes en la construcción del socialismo y el avance hacia la sociedad comunista”.

También en su artículo 4 establece que el sistema socialista contemplado en la Constitución “es irrevocable” y que “los ciudadanos tienen el derecho de combatir por todos los medios, incluyendo la lucha armada, cuando no fuera posible otro recurso, contra cualquiera que intente derribar el orden político, social y económico establecido por esta Constitución”.

De manera que las personas no se pueden organizar en partidos para disputar el poder político, e incluso aquellos que se atrevieran a poner en entredicho el sistema socialista pueden ser víctimas (justificadas) de la violencia armada. Por lo tanto, en Cuba se vota, pero no hay posibilidad de elegir, ya que el partido único ha decidido de antemano arrebatando la soberanía al pueblo, que no puede expresar libremente sus preferencias.

El próximo 26 de marzo se celebrarán las elecciones para la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), órgano legislativo de Cuba y que naturalmente solo tiene representación del PCC. En estas «elecciones» se presentan 470 candidatos para 470 escaños, por lo que la elección solo sirve para refrendar la selección que hace el partido.

De tal manera que el órgano que debería representar a una sociedad plural, compleja y con demandas diversas, está cooptada por el partido único que ha secuestrado el poder por más de 60 años.

Es por ello que quienes abajo firman, en nombre de l@s ciudadan@s cuban@s que no cuentan con instancias que amparen sus derechos, exigen al gobierno cubano respetar los derechos políticos y civiles previstos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que Cuba firmó y ratificó, para que puedan asociarse políticamente, manifestarse, expresarse y competir en un contexto de igualdad de condiciones en la arena electoral. La participación política libre y democrática y el respeto irrestricto a los derechos humanos es la única salida a la profunda crisis cubana.

For the right of Cubans to freely elect their political representatives

In Cuba you can vote, but you can’t choose. During the last decades, Cubans have been summoned to the polls not to choose among a wide range of parties, candidates and programs, but to endorse the leaders pre-selected by the Communist Party of Cuba (CPC). Ordinary citizens cannot influence the political affairs of their country, which is a right enshrined in international human rights instruments, since decision-making positions are reserved for members of the Party.

The electoral system is designed to maintain the hegemony of the CPC, which according to the Constitution is the only party, “the superior political force of society and the State” and “organizes and guides common efforts in the construction of socialism and the advance towards the communist society”.

The Article 4 of the Constitution also establishes that the socialist system contemplated in the Constitution “is irrevocable” and that “citizens have the right to fight by all means, including armed struggle, when no other recourse is possible, against anyone who tries to overthrow the political, social and economic order established by this Constitution”.

Cubans cannot organize themselves into parties to dispute political power, and even those who dare to question the socialist system can be (justified) victims of armed violence. Therefore, in Cuba people vote, but there is no possibility of choosing, since the only party has decided in advance, taking away sovereignty from the people, who cannot freely express their preferences.

On March 26^th, elections will be held for the National Assembly of People’s Power, the legislative body of Cuba which naturally only has representation from the CCP. In these “election” 470 candidates for 470 seats are presented, so the election only serves to endorse the selection made by the party. This is why the body that should represent a plural, complex society, with diverse demands, is co-opted by one party that has kidnapped power for more than 60 years.

That is why the undersigned, on behalf of Cuban citizens who do not have instances that protect their rights, demand that the Cuban government respect the political and civil rights provided for in the Universal Declaration of Human Rights, which Cuba signed and ratified, so that they can associate politically, demonstrate freely, express themselves and compete in a context of equal conditions in the electoral arena. Free and democratic political participation and unrestricted respect for human rights is the only way out of the deepening Cuban crisis.